¡Día de publicación!
- Luciana Antezana
- 2 ene
- 2 Min. de lectura

Una gran manera de terminar el semestre 🥳 ¡Día de publicación! Queríamos entender cómo los niños bilingües, que manejan dos idiomas, usan su memoria de trabajo en comparación con los niños monolingües. Esta comparación ayuda a identificar cómo el bilingüismo influye en los procesos cognitivos, proporcionando evidencia para apoyar prácticas educativas más equitativas.
La memoria de trabajo es como una "nota adhesiva" mental que nos ayuda a realizar un seguimiento de la información y usarla para resolver problemas o recordar cosas. Es importante para el aprendizaje y las tareas cotidianas. 🧠
Pusimos a prueba a niños de segundo grado usando juegos y tareas para ver cómo funciona su memoria de trabajo. Usamos un programa de computadora con actividades divertidas con temática de piratas para medir tres partes clave de la memoria de trabajo:
1. Ejecutivo central: ayuda a administrar y organizar la información.
2. Memoria fonológica: almacena sonidos y palabras habladas.
3. Memoria visual-espacial: realiza un seguimiento de formas, espacios y ubicaciones
Tanto los niños bilingües como los monolingües tenían estructuras similares de memoria de trabajo. Esto significa que sus cerebros organizan la memoria de trabajo de la misma manera, aunque hablen diferentes cantidades de idiomas.
• Los niños monolingües obtuvieron mejores resultados en tareas que implicaban recordar sonidos y palabras. Esto podría deberse a que los niños bilingües dividen su tiempo para aprender los sonidos de dos idiomas, y estas tareas aprovechan los sonidos y las estructuras de las palabras en inglés. ¡Eso es algo que debemos explorar en futuras investigaciones cuando combinemos ambos idiomas!
• Ambos grupos mostraron habilidades similares en la gestión y organización de la información, y los resultados de las tareas que involucraban formas y espacios fueron más difíciles de interpretar. ¡Pronto trabajaremos más en este tema!
Nuestra investigación muestra que la memoria de trabajo funciona de manera similar a la de los niños monolingües y las diferencias que observamos subrayan la necesidad de evaluaciones y herramientas de aprendizaje que tengan en cuenta las experiencias bilingües. Estos hallazgos pueden ayudar a los educadores a crear estrategias más inclusivas que reconozcan y respalden las demandas cognitivas de manejar dos idiomas.
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